Por Aljocar
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17 de septiembre de 2025
(Étienne Lenoir, 1860 / Robert Bosch, 1902) – Chispa pequeña, impacto enorme. En 1860, el ingeniero belga Étienne Lenoir presentó uno de los primeros motores de combustión interna y con él, un dispositivo fundamental: la bujía, capaz de generar la chispa que enciende la mezcla de aire y combustible. Aunque su invención inicial fue rudimentaria, abrió el camino para el desarrollo de los motores modernos. Décadas después, en 1902, el alemán Robert Bosch perfeccionó la bujía con un diseño mucho más confiable y duradero, logrando que los motores fueran más eficientes y seguros. Gracias a esta mejora, los automóviles pudieron popularizarse, y la bujía se convirtió en un componente indispensable para la industria automotriz durante más de un siglo. 🔧 Una pieza pequeña, pero con un papel gigantesco en el rugido de los motores.